En este post hablaremos sobre la perspectiva psicológica oculta en las acciones de la corrupción y la malversación vistas desde un punto de traición a la confianza de la sociedad.
La corrupción,sobretodo en España,es un término del que parece que nunca nos cansaremos de hablar,ya que está prácticamente vigente en casi todos los ámbitos a día de hoy,pero sobretodo si afondamos en el ámbito político,los nuestros,a pesar de que año tras año depositamos confianza en ellos como ciudadanos,deberían de ser aquellos que diesen ejemplo de comportamiento,lealtad y conducta son los que más nos acaban fallando,a pesar de su cargo público a la hora de dirigir un país.
Parece que incluso nos llega a resultar extraño si un día leemos el periódico o encendemos la televisión para ver el telediario y no vemos ninguna noticia sobre corrupción y malversación por parte de un ciudadano del país.Es triste pero España posee una cultura de la corruptela y la malversación arraigada a sus raíces.
La corrupción se define bajo una perspectiva psicológica como una forma de autoritarismo caracterizada por el uso de lo público para intereses particulares.Existen dos tipos de corrupción bajo el punto de vista que queremos abordar:
1) El primero del que hablaremos es aquel que debido a su posición en una jerarquía busca de manera incansable la obtención de más dinero del que le sería adjudicado por la sociedad,en este caso lo que busca el corrupto es consumir y comportarse de acuerdo a lo que pauta el mercado pero más allá de lo que se le adjudicaría por norma.
2) El segundo tipo es aquel corrupto que por su posición normalmente política se dedica al abuso de poder basándose en la incidencia en la práctica política,es más común en países en vías de desarrollo,ya que debido a su condición económica se encuentran en constante atraso.La relación entre el líder y sus seguidores se convierte a los extremos ya que se genera un vínculo que llega a ser insano,o eres leal o eres un traidor no hay puntos medios en esta jerarquía.
Recientes estudios han demostrado que aquellos países en dónde las tasas de corruptela son más altas,los ciudadanos se hallan con una actitud negativa hacia los gobiernos,estos grupos sociales tienden a criticar y a no depositar su confianza en los políticos que los dirigen como país,a pesar de que sean gobiernos electos de manera democrática.
La conclusión a la que se ha llegado es que si las prácticas del gobierno que comprometen los principios democráticos son importantes factores a la hora de visualizar el tipo de gestión política que tiene un país,la corrupción no reduce por increíble que parezca el apoyo del electorado a las instituciones políticas en igual medida a lo referente a la cultura o la economía.
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