El síndrome de Frégoli es un delirio consistente en la creencia de que una o varias personas conocidas están siendo suplantadas por alguien que utiliza un disfraz o cambia de apariencia de otro modo.
Frecuentemente se asocia con un componente paranoide, ya que las personas con síndrome de Frégoli suelen pensar que el suplantador las persigue para hacerles daño o al menos perjudicarles.
Se trata de un delirio monotemático clasificado dentro de la categoría de los que conocemos como “delirios de falsa identificación”. Se relaciona con trastornos como la psicosis, la demencia y las lesiones cerebrales.
Como otros delirios similares, el síndrome de Frégoli está asociado con un déficit en el reconocimiento de caras: la percepción de rostros desconocidos dispararía la identificación errónea de estos con otros más familiares, habitualmente seres queridos o celebridades. También puede estar influido por otros sentidos, como la audición y el olfato.
Las personas con síndrome de Frégoli suelen presentar una serie de alteraciones que predisponen a la aparición de los síntomas; en particular se han detectado déficits en memoria visual, automonitorización, funciones ejecutivas, flexibilidad cognitiva y autoconciencia.
Esto significa que pueden tener más dificultades para recordar información visual, para controlar y supervisar su propia conducta, para diferenciarse a ellas mismas de las demás, o para pensar en varios conceptos a la vez.
El síndrome de Frégoli también es más probable en personas con historial de convulsiones, especialmente si se han dado durante crisis epilépticas.
Los síntomas fundamentales de este trastorno a menudo coexisten conalucinaciones y con otros delirios. Los delirios son creencias que se sostienen de forma inamovible a pesar de que existen pruebas que las desmienten de forma concluyente, mientras que las alucinaciones consisten en la percepción de estímulos externos que no existen.
La psicosis es una de las causas más frecuentes del síndrome de Frégoli. Los delirios son uno de los síntomas cardinales de la esquizofrenia y otros trastornos similares. En este caso hablamos en la mayor parte de casos de un delirio persecutorio.
En enfermedades que afectan al cerebro, particularmente las demencias, es habitual que se presenten delirios psicóticos como el de Frégoli a medida que la afectación cerebral progresa.
Otra causa común son los tratamientos con levodopa, un fármaco catecolaminérgico que se utiliza principalmente para tratar la enfermedad de Parkinson. Cuanto más prolongado sea el tratamiento y mayor la dosis, más probable es que se desarrollen alucinaciones y sobre todo delirios.
Los traumatismos cerebrales pueden provocar la aparición del síndrome de Frégoli; en concreto se han documentado casos en personas con lesiones en el lóbulo frontal, en la región temporoparietal y en el giro fusiforme, que está implicado en el reconocimiento visual y contiene un área específica para las caras, la corteza fusiforme ventral.
Las alteraciones en la atención selectiva, la memoria de trabajo o la flexibilidad cognitiva que caracterizan a muchos pacientes de Frégoli son consecuencias habituales de lesiones cerebrales y predisponen a la aparición de éste y otros delirios.
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