El trastorno de la personalidad antisocial se caracteriza por un patrón generalizado de desprecio por las consecuencias de sus actos y los derechos de los demás.
Este tipo de personas no sienten ningún tipo de remordimiento o culpabilidad por sus acciones y son buenas manipulando las emociones de otras personas.
Las personas con trastorno de personalidad antisocial pueden cometer actos ilícitos, engañosos, abusivos e imprudentes para su beneficio o placer personal. Es posible que:
- Justifiquen o racionalicen su comportamiento
- Culpen a la víctima por ser tonta o indefensa
- Sean indiferentes a los efectos explotadores y dañinos de sus acciones sobre los demás
- Desprecien brutalmente los derechos y sentimientos de los demás y la ley
La causa de este trastorno se desconoce. Los genes de una persona y otros factores, como el maltrato infantil, pueden contribuir a su desarrollo. Las personas con padres antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan muchísimo más afectados que las mujeres. Esta afección es común en las personas que están en prisión.
Los síntomas más comunes del trastorno de la personalidad antisocial son el desprecio por los demás, el comportamiento impulsivo, la arrogancia y la irresponsabilidad.
El trastorno de la personalidad antisocial es muy difícil de tratar. Se pueden tratar algunos síntomas con terapia cognitiva conductual y/o ciertos fármacos
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